
¿Estás pensando en volar en parapente y quieres tener una mejor idea de qué se siente al experimentar esta actividad? Lo cierto es que el parapente es una de las actividades aéreas más seguras y menos intensas, pero está claro que volar es algo que despierta temor y nerviosismo en la mayoría de las personas.
Sin embargo, hemos visto en varias ocasiones como tener toda la información y una mejor idea sobre qué se puede esperar de la experiencia de volar en parapente ha servido de gran ayuda para que aquellas personas que se sienten inseguras puedan volar sin miedo.
Por eso, en este artículo queremos hablarte más a fondo sobre qué se siente al volar en parapente, de forma que tengas una imagen más clara sobre este tipo de experiencia. Para empezar, debes de tener en cuenta que esta actividad suele ser descrita como “emocionante”, “apasionante” y que contiene “adrenalina pura”, por lo que puedes hacerte una idea bastante clara de qué te puedes esperar.
¿Qué se siente al volar en parapente?
Una de las primeras cosas que debes de tener claras es que volar en parapente no es peligroso y no tiene nada que ver con tirarse en paracaídas. Es decir, el parapente no es una experiencia extrema, sino que se trata de experimentar lo que es volar, lo que supone sentirse como un ave surcando los cielos.
Asimismo, separaremos la experiencia de volar en parapente en las distintas fases de la misma, de forma que puedas tener una visión más amplia y completa sobre todos los aspectos que envuelven a esta experiencia:
Antes de volar en parapente
Para las personas que nunca lo han hecho, este es el momento más complicado y de mayor nerviosismo, ya que es normal que los nervios estén presentes de una u otra forma en los momentos previos a lanzarse a volar.
Por lo general, las personas que van a volar suelen caminar un tramo de la montaña mientras van hablando y disfrutando del paisaje, pero conforme se van acercando al momento de la verdad, los nervios comienzan a hacerse más presentes y se puede sentir un nudo en el estómago y el corazón es normal que comience a acelerarse.
El monitor empezará a dar las instrucciones y a colocarte todo el equipo de parapente, momento en el que prestarás toda tu atención posible mientras ves como otras personas emprenden el vuelo en su parapente.
Así, de un momento a otro recibirás la orden para empezar a caminar, que harás en compañía del monitor. Aquí estarás nervioso, pero también estarás concentrado para hacerlo lo mejor que puedas.
Separar los pies del suelo
Una vez que sentimos que nuestros pies se despegan del suelo y nos damos cuenta de que estamos completamente suspendidos en el aire, notamos que en realidad la experiencia es mucho más agradable y tranquila de lo que pensábamos.
En este momento los nervios desaparecen casi por completo en la gran mayoría de los casos. Cuando los nervios desaparecen es el momento en el que se percibe una sensación de paz y relajación que terminará por envolverte y abrumarte. Te olvidarás absolutamente de todo mientras disfrutas de la experiencia y aprecias todo el paisaje.
Conforme vayas volando notarás cada pequeño detalle del paisaje y pensarás en lo maravilloso que es poder verlo desde tan arriba, pudiendo percibirlo desde una perspectiva que antes no hubieras podido imaginar.
También notarás que dejarás todo el ruido atrás, pudiendo escuchar únicamente el viento de las alturas.
El paisaje cambiará dependiendo de en qué parte del mundo te encuentres, por lo que está claro que habrá algunos paisajes más bonitos que otros, pero te podemos asegurar que, independientemente del lugar en donde estés, lo disfrutarás mucho más de lo que te imaginas. Es una sensación realmente indescriptible, por lo que tienes que estar ahí.
¿Qué pasa con el vértigo?
Si eres una persona que tiene vértigo o que tiene miedo a las alturas, debes de saber que el vértigo no es un problema en parapente.
Esto se debe a que el vértigo se presenta cuando nosotros nos encontramos con los pies en la tierra y miramos por un balcón, una azotea o un acantilado, dándonos esa sensación de peligro de que en cualquier momento podemos caernos.
Sin embargo, cuando estás en el parapente ese punto de equilibrio se pierde al estar completamente suspendido en el aire, por lo que la sensación de vértigo en parapente es inexistente cuando se está practicando esta actividad.
El aterrizaje
Cuando el monitor te indique que el momento de aterrizar está cerca notarás que el viaje ha sido muy tranquilo y desearías estar más tiempo en el aire.
Algunas personas pueden ponerse algo nerviosas en el momento de aterrizar, pero lo cierto es que es muy sencillo y el monitor se encargará de guiarte en todo momento, por lo que realmente no tendrás que preocuparte lo más mínimo por esto.
Como puedes ver, la experiencia de volar en parapente es realmente satisfactoria y la gran mayoría de las personas que la experimentan quedan realmente fascinadas.